La improvisación es un recurso que nos causa daño. Cuando alguien ostenta un cargo público para el cual desconoce totalmente los sistemas de funcionamiento, definitivamente todos estaremos recibiendo afectaciones de manera directa o indirecta.
En todas las actividades humanas la improvisación es un recurso letal que vulnera la tranquilidad de las multitudes.
Frenar la improvisación sería mejorar la calidad del desempeño en todas las actuaciones humanas.
El auspicio de las campañas electorales dio paso al apalancamiento de aquellos que vieron en la política una oportunidad para enriquecerse o saborear el poder. Este fenómeno hizo daño al país porque florecieron los partidos políticos opacando la oportunidad. Cuando se ensancha la puerta del desorden la pérdida es cuantiosa tanto en escala monetaria como en el proceso de la administración pública.
Los improvisados asaltaron al pueblo llevando los recursos y desestabilizando la institucionalidad.